Discurso de Aurora de Rato Salazar-Simpson en la graduación de los bachilleres
Excmo Sr. Don Federíco Torres Muro, Embajador de España, Excmo. Sr. Don Juan Álvarez, síndico de la alcaldía de la ciudad de Soyapango, Sr Don José Panadés, Presidente de la Fundación Padre Arrupe de El Salvador, queridos bachilleres, queridos amigos y familias,buenos días a todos.
Esta graduación es especial para mí. Hoy hace veinte años que nuestro fundador nos dejó. Es increíble como una sola persona puede sembrar y guiar la vida de tantas otras como él lo hizo. Gracias a su generosidad, carisma y entrega estamos todos hoy aquí y estoy convencida de que su espíritu nos guía en cada momento.
Ya sabéis que compartí muchas cosas con él durante mi infancia y mi adolescencia. Era un pedagogo extraordinario y me enseñó y me transmitió muchísimas cosas. No sé si él fue consciente de lo mucho que influyó en mí, pero lo hizo.
Con su ejemplo me enseñó valores que desde aquí también él les transmitió a ustedes y que hoy día siguen vigentes en esta institución: la importancia de dar siempre lo mejor de uno mismo en todo lo que hacemos, a no conformarme y a ir siempre más allá, a luchar por lo que quería con uñas y dientes, la importancia del esfuerzo y la dedicación, que la honestidad y la honradez con uno mismo y con los demás es el pilar básico sobre el que sustentarse. A hablar con Dios y a buscarlo, a verlo y reconocerlo en las cosas que nos rodean. No se olviden nunca de todos estos valores, eso es lo que les definirá como personas y como seres humanos.
Es verdad que a veces seguir estos valores no es fácil. Recuerdo que hace hoy justo dos años, una alumna que esta entre ustedes me dijo algo que no olvidaré: “Doña Aurora el nivel de exigencia de bachillerato es demasiado alto”.
Efectivamente este no es un colegio fácil, aquí no “aparcamos estudiantes” como decía mi tio Juanri, aquí formamos integralmente a “hombres y mujeres para los demás”. El Colegio Español Padre Arrupe no es sólo un centro donde se imparten conocimientos, muy buenos por cierto, sino que es un centro donde ayudamos a las familias a formar personas. El esfuerzo, el trabajo y la dedicación que todos y cada uno de ustedes han puesto para conseguir estar aquí hoy, para conseguir ese 8,45 y el 3º puesto de la República en la PAES es una demostración de que esos valores dan sus frutos. Enhorabuena.
Esa capacidad de trabajo y superación que han desarrollado les servirá para toda la vida. Ahora ya saben de lo que son capaces de conseguir. La vida es una moneda con dos caras: está llena de retos y oportunidades, pero también te golpea y te hace caer, es dura y te da la sensación de que no vas a poder con ella. Pues sí se puede, igual que han conseguido llegar hasta aquí y han podido con nuestro nivel de exigencia podrán ustedes conseguir lo que se propongan.
La diferencia entre los valientes y los cobardes, entre los que enfrentan a la vida o los que tiran la toalla no está en no caerse o en no tener miedo, todos nos caemos y todos tenemos miedo alguna vez, no tener miedo es de insensatos no de valientes, la diferencia está en los que a pesar del miedo y de las caídas se levantan mientras que hay otros que no lo hacen, algunos se pasan el día lamentándose mientras que otros ven en cada día una nueva oportunidad que Dios nos da. Aquí les enseñamos a levantarse siempre, a pelear por lo que quieren, a no conformarse con la mediocridad y a aspirar a más siempre. No dejen nunca de hacerlo.
La fuerza la llevan todos ustedes dentro. Son ustedes los que han llegado hasta aquí, eso ya lo han conseguido y sé, y no me cabe la menor duda, que podrán conseguir todo lo que se propongan. Ahora son ustedes el propio motor de sus vidas.
Estoy muy orgullosa de todos ustedes. Porque eligieron estudiar cuando muchos no lo hacían, eligieron creer en nosotros e ir por el camino difícil cuando lo fácil hubiera sido no hacerlo, eligieron luchar y pelear por llegar hasta el final. El mérito es suyo. Gracias por todo su trabajo y dedicación. Ustedes son nuestra mejor medalla y nuestro mejor reconocimiento.
No quiero acabar mi discurso sin agradecer a todos los que hacen realidad este proyecto cada día y sin los cuales nada de esto sería posible. Ellos mantienen vivo el legado de nuestro fundador.
Quiero agradecer a todos los trabajadores del complejo: jardineros, vigilantes, gente de mantenimiento, personal administrativo y de la Clínica su duro trabajo para que cada día podamos abrir las puertas y seamos un “oasis de paz” para nuestros niños.
Quiero agradecer a los profesores que trabajan cada día para ofrecer lo mejor a cada uno de ustedes, que los acompañan y guían en su andadura educativa. Está claro que son mucho más que Maestros. Ellos son la piedra angular sobre la que el Colegio se sustenta, su dedicación inmensa, su saber y su buen hacer colocan a esta institución en el sitio que se merece.
Quiero agradecer al “Profe Santiago”, nuestro Director Académico, y a la Licenciada Evelyn Méndez de Sánchez, nuestra Directora General, su dedicación e implicación con este proyecto y con la Fundación. Sin ellos no habríamos conseguido llegar donde estamos hoy.
Agradecer también la labor de la Fundación Padre Arrupe de El Salvador y de su presidente, Don José Panadés y de toda la asamblea y la junta directiva. Gracias José por tu labor constante y permanente.
Quiero agradecer también el apoyo incesante de los Alcaldes de Soyapango y Ciudad Delgado, de la Presidencia de éste país, de la Asamblea Legislativa, de los Ministerios del Gobierno salvadoreño y de los partidos políticos que cada año dan sus votos para seguir apoyándonos. También me gustaría agradecer también el apoyo de la Casa Real española, del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Educación y cultura de mi país, de la AECID y de la Embajada de España, y de su Embajador aquí presente, de la Comunidad de Madrid, de la Unión Europea y de muchos ayuntamientos y comunidades españolas que confiaron en nosotros cuando empezábamos y cada año desde entonces, y sin cuya ayuda este Colegio no sería posible.
Por supuesto, también quiero agradecer el apoyo de todos y cada uno de nuestros benefactores. De los grandes y de los pequeños. Todas las ayudas que recibimos son indispensables para poder abrir las puertas de nuestro Colegio cada día, de poder ofrecer esta educación integral y que todos ustedes se puedan beneficiar de ella. Por favor sigan confiando en nosotros, los resultados hablan por sí solos.
Queridos Bachilleres, ya termino. Enhorabuena. Lo han logrado. Enhorabuena por la PAES, por el título de Bachiller y por haber llegado hasta aquí. Se han convertido en “hombres y mujeres para los demás”. Recuérdenlo siempre. La felicidad no está en recibir sino en dar a los demás. No olviden nunca lo que aquí han aprendido. Saber, Valorar, Elegir. Que nuestro lema y valores los acompañen y los guíen.
Recuerden que ustedes nos representan, representan el nombre del Colegio Español Padre Arrupe y de la Fundación, llévenlo con orgullo y dignidad y acuérdense de vez en cuando de nosotros, de lo que recibieron y compartan su suerte con los demás.
Que Dios les ilumine y les bendiga a todos. Y que el Padre Juan Ricardo, mi madre y mi padre, que desde el cielo estarán sonriendo hoy complacidos, sigan velando por todos nosotros e inspiren para continuar esta gran obra.
Les deseo todo lo mejor. ¡Enhorabuena y suerte!
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